Primero se hace bien, luego más fuerte. La precisión es lo que te hace avanzar sin lesionarte.
Postura inicial y final. Control en la ejecución. Fluidez en los ejercicios.
Todo empieza en el aire. Si no respiras bien, no controlas; y sin control, no hay progreso.
Control de la respiración durante las series. Menos fatiga. Más coordinación.
No se trata de sudar por sudar, se trata de construir una base real y duradera.
Aguantar una plancha más tiempo sin perder la técnica. Aumentar la capacidad para mantener la precisión aunque aparezca la fatiga.